Gabriela Ortega Vázquez
El cambio climático y la pérdida de biodiversidad no se resuelven con carteles verdes: la educación superior debe formar profesionales conscientes y comprometidos, señaló la directora de la Cátedra UNESCO de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible, María Josefa Cerro Bautista.
“Es inadmisible que haya profesionales no conscientes de los problemas ambientales”, explicó Cerro, ya que la formación de jóvenes críticos y sensibles a su entorno debe ir de la mano con la construcción de ideales justos, equitativos y democráticos. Al mismo tiempo, recalcó la importancia de impulsar competencias clave como la motivación, las aptitudes y los conocimientos en medio de otra problemática: la desesperanza y la ansiedad que genera el deterioro ambiental.
Durante la conferencia denominada “Construir futuro desde la universidad: de la teoría a la práctica en la formación para la sostenibilidad”, organizada por parte de la Coordinación de Gestión Ambiental de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), la académica aseveró que en un contexto marcado por las desigualdades sociales y las crisis ambientales y de valores, la educación superior tiene la responsabilidad de formar profesionales conscientes de los retos que enfrenta el planeta.
Destacó los cambios y pérdidas irreversibles que han provocado el agotamiento de recursos y el sobrepaso de los límites planetarios: deterioro de ecosistemas, pérdida de biodiversidad y cambio climático, además de la desconexión creciente entre los sistemas sociales y los ecosistemas.
La ponente recalcó que, de acuerdo con la UNESCO, no toda la educación ayuda al desarrollo sostenible, ni asegura el reconocimiento de los problemas ambientales, subrayando que urge redefinir la enseñanza y el aprendizaje de la sostenibilidad.
En este escenario, el papel de las universidades y los docentes es fundamental para realizar actividades concretas de concientización ambiental, porque no basta con solo colocar carteles “verdes” o difundir mensajes performativos: la sostenibilidad debe prevalecer en los planes de estudio mediante la sostenibilización curricular, es decir, la incorporación de valores y competencias ligadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto no implica saturar los programas, sino revisar y conectar los contenidos existentes con los desafíos del presente.
El llamado final fue contundente: la sostenibilidad no avanza en una línea recta, sino como un camino comunitario que requiere cuestionar las estructuras que impiden el cambio y otorgar verdadero valor al conocimiento generado en las aulas.
La doctora Cerro ha colaborado con instituciones, organismos públicos y con el Ministerio de Educación en la elaboración de materiales para docentes en materia de sostenibilidad.